Campus Life

junio 6, 2019 2:12 pm

Los alumnos de ESADE comparten sus experiencias

Salida a la Ciudad de la Justicia

Por Elena Pascual, estudiante de segundo curso de Derecho y ADE en ESADE

Estudiar Derecho en ESADE va más allá que meras clases teóricas y exámenes, y así lo ha demostrado el profesor David Velázquez, profesor de Derecho Penal en la institución. Poco tuvimos que pensar sus alumnos al preguntarnos si queríamos realizar una salida a la Ciudad de la Justicia de Barcelona.

Todo empezó a principios de segundo de carrera del doble Grado en Derecho y ADE. David Velázquez nos impartía Modalidades Delictivas I, con delitos conocidos por todos como el delito de lesiones, amenazas, hurto… Nos preguntó si queríamos ir junto con él un día por la mañana a la Ciudad de la Justicia de Barcelona a ver juicios reales. La propuesta tuvo tanto éxito que tuvimos que dividirnos en dos grupos para ir días diferentes, ya que éramos demasiados.
El primer grupo, en el que figuraba yo misma, fue el día 5 de noviembre de 2018. Quedamos a primera hora la mitad de la clase, unos 35 alumnos, junto con el profesor Velázquez en los tribunales. Una vez ahí, él mismo ya nos había dividido por grupos para ir a varios juicios y no colapsar las salas. Afortunadamente, en nuestro país el sistema está diseñado para que se pueda acceder de manera voluntaria y gratuita a los juicios, salvo meras excepciones. Y así mismo hicimos mis compañeros y yo.
Presenciamos juicios de todo tipo y tuvimos muchísima suerte de entender a la perfección todo lo que se hablaba en la sala: la mayoría de los conceptos ya los habíamos trabajado en clase. Vimos el procedimiento, las funciones de fiscal, juez y abogado. Lo mejor fue tener la oportunidad de hablar entre caso y caso con los jueces y fiscales. Nos contaron su experiencia como profesionales y algunas anécdotas.
La verdad es que fue una salida inolvidable que nos enriqueció mucho a todos los alumnos que pudimos asistir. Si se tiene la oportunidad, recomiendo asistir a experiencias como esta para ver en primera persona todo lo que se aprende en las aulas. Y, si no se tiene la oportunidad, ir por tu cuenta. No se necesita nada más que una mañana libre entre semana y ganas de aprender con vivencias reales.

Fotografía tomada en los tribunales el día de la salida: Miquel Petit, haciendo de fiscal, y Elena Pascual, haciendo de jueza.

Hablando de personas, muy poco es mucho


Por Javier Hidalgo (EMDB 19)

En un contexto de una sociedad hiperconectada, con un profundo cambio de mentalidad y hábitos, nos encontramos en un entorno social inmediato aislado, por muy conectados que estemos: familia, trabajo y amigos. Durante la jornada Conversaciones & Social Challenge organizada por ESADE pude conocer dos ONGs con focos de acción diferentes, pero igual de interesantes.

El participar en esta jornada me ha permitido tomar conciencia de la exclusión social y lo poco que se necesita para hacer nuestros los valores de compartir, sensibilizarse y empatizar con las personas, porque esto trata de personas, con sus sueños y sus realidades; y de cómo, con muy poco, podemos ser capaces de sumar y generar una acción de beneficio social. Desde nuestras empresas, podemos promover el voluntariado para potenciar la confianza y el desempeño de nuestros equipos, no necesariamente con un valor económico, sino también con nuestro tiempo mediante una acción para un objetivo.
El caso de la Fundación Amigó se dirige a la protección de la infancia y la adolescencia, con jóvenes en riesgo de exclusión social por diferentes motivos. En ese momento de cambio hacia una persona adulta es necesario reforzar la confianza, la autoestima y valores como compartir, respeto y dignidad humana. Tuvimos ocasión de conocer el testimonio de un joven que vive en un piso compartido, donde conviven y se apoyan varias personas con el tutelaje de la organización. Fue una excelente experiencia conocer su actitud vital ante el desafío de su futuro mediante esfuerzo e ilusión.
La Fundación Rais me enseñó que las personas sin techo son en realidad personas sin hogar, es decir, personas que viven en la calle. Su problema no es dónde dormir, sino tener un hogar, porque ¿cuántas personas que duermen en los albergues tienen la posibilidad de cambiar su vida? Los albergues ni siquiera garantizan un lugar para dormir; si no sabes dónde vas a dormir es difícil empezar el día y, si la pregunta te la haces todos los días, realmente es complicado cambiar tu vida y salir de esa espiral. Creando hogares integrados en la sociedad, proporcionando estabilidad y reforzando vínculos entre las personas que comparten ese hogar, pueden recuperar su independencia, autoestima y valor para ser dueños de sus vidas.
En el año 2015 la ONU estableció una Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible con 17 objetivos, denominados ODS. Esto supone una oportunidad de acción para nuestra sociedad, pues en cada uno de esos objetivos pueden alinearse ONGs, empresas y gobiernos.
Quiero manifestar mi admiración por todos los profesionales que trabajan en estas organizaciones, donde la vocación es su fuerza y la energía es la sonrisa y el bienestar de las personas que lo reciben. Os animo a todos a visualizar ONGs cercanas a vuestros domicilios o trabajos para conocerlas y sumar mediante voluntariado o colaboración de cualquier tipo. Yo ya lo estoy haciendo, ¿te animas? En cuestión de personas, dedicar muy poco es mucho.