«El talante de la institución y la gente que forma parte de ella son el éxito de ESADE Alumni»

octubre 23, 2019 10:58 am

Pere A. Fàbregas (Lic&MBA 67), fundador de ESADE Alumni y Presidente de Honor

Este mes de octubre ESADE Alumni celebra su 30º aniversario. La asociación de antiguos alumnos de ESADE empezó con ilusión su trayectoria el 1989. Uno de sus fundadores y actual Presidente de Honor, Pere A. Fàbregas, recuerda en esta entrevista los retos iniciales y cómo el compromiso y la convicción de muchas personas han convertido la asociación en el colectivo de gran valor, prestigio y referencia internacional que es ahora.

-¿Cómo surgió la idea de crear ESADE Alumni? ¿Cómo recuerda los inicios?

El año 1989, después de 30 años de existencia de ESADE, la Junta de Gobierno de aquella época decidió que era necesario tener cerca de la institución una asociación de antiguos alumnos que aportara su vitalidad y que pudiese vehicular el involucramiento de la institución con sus antiguos alumnos. Habían existido pequeñas asociaciones de licenciados y másteres, pero sin una representación masiva.
Cabe recordar que era un momento con un contexto complicado: en el 89 cayó el muro de Berlín y empezó la desaparición de la Unión Soviética. En aquel momento, para constituir una asociación había que cumplir la ley de asociaciones franquista de 1964, la última que se cambió en democracia, de manera que no era nada fácil, pero constituir la asociación también podía dar impulso a la escuela. Hay también una serie de acontecimientos internos que señalaban que era el momento idóneo, como la publicación, el 1988, del primer directorio de ESADE con 8.000 antiguos alumnos.

-Usted fue alumno de ESADE en los años 60, docente de la escuela en los 70 y miembro de sus órganos de gobierno en los 80.

Cuando entré al 1er curso de ESADE, la primera promoción estaba cursando 4º, de forma que todavía no se había licenciado ningún alumno. El año 1984 entré a la Junta de Gobierno y, cuando se creó la Fundación ESADE, pasé al Patronato hasta el año 2011. En definitiva, 28 años de aportación personal.
Todo ha cambiado mucho: entonces no había Facultad de Derecho, ESADE no estaba dentro de ninguna universidad, el programa Máster empezaba, no había presencia internacional, muchos profesores eran antiguos alumnos sin doctorados…

-¿Cómo se desarrolló el proyecto de la creación de la asociación de antiguos alumnos?

Francesc Rafart y yo éramos los representantes, escogidos democráticamente, de los delegados de promoción en la Junta de Gobierno de ESADE y la Junta nos pidió que pusiéramos en marcha el proyecto. Recuerdo que hubo muchos problemas. La asociación era vista como una amenaza al repartimiento interno del poder de la época, también a los profesores de ESADE, que tenían una influencia importante en aquel momento. Así, tuvimos un primer año muy complicado, durante el cual pidieron mi dimisión. Sin embargo, creo que pasar por aquellas dificultades desarrolló la capacidad de resiliencia de la asociación, que ha colaborado en la transformación de ESADE.
Además, ESADE Alumni tiene una característica que tienen pocas asociaciones de alumni: es jurídicamente independiente. No está por debajo de la escuela, sino al lado. Y eso es muy importante.

-¿Qué significó ocupar la primera presidencia (1989-1993)?

Tengo el carné número 1 de ESADE Alumni. La creamos un grupo de 22 personas que representábamos todos los programas de la escuela y que signamos el acta fundacional el 5 de julio de 1989. Seguidamente, la inscribimos en el registro de la Generalitat de Cataluña y, después, fui el primer presidente.
Recuerdo la firma del convenio con el presidente de ESADE, Jaume Iglesias, para establecer las futuras relaciones con la escuela. Recuerdo que queríamos estar presentes en diferentes sectores profesionales y localizaciones geográficas, objetivo que se ha materializado con los clubes y Chapters. Inventamos la fórmula de las Mañanas ESADE de la mano de La Gaceta de los Negocios, que se mantiene hoy en día. Joan Miquel Albouy, el segundo presidente, incorporó la Jornada Anual con un primer concierto en el Monasterio de Pedralbes. La revista de ESADE Alumni fue una herramienta muy importante: el primer número salió el 1990 y con los años llegó a los 30.000 ejemplares, cosa que ninguna revista económica de España hacía en aquella época. También es cierto que entonces no existía Internet…
El primer año lo terminamos con 274 socios. Al final de mi mandato ya éramos 1.000 socios y, actualmente, 17.000. Así que podemos decir que funcionó —y que funciona— muy bien. La capacidad de aportación, de crecimiento y de densificación del tejido social ha sido significativa. Además, en 30 años, ningún presidente ha repetido mandato y, para mí, ello es una clara demostración de espíritu democrático.

-¿Qué valores definen la asociación?

Una asociación se desarrolla alrededor de dos conceptos: networkingbelonging. ESADE genera un gran sentimiento de pertenencia, en comparación con otras universidades. El éxito de ESADE Alumni se debe a este sentimiento de pertenencia que querrían muchas universidades. La asociación también tubo un valor de integración. En aquel momento había el modelo de l’HEC de París, que era muy selectivo, pero nuestra idea era radicalmente diferente: que todo el mundo pudiera ser alumni. Somos la primera asociación de alumni de Europa por nuestra capacidad de acogimiento: todo el mundo puede formar parte de ella, colaborar, aportar su granito de arena.

-¿Qué es ESADE para usted? ¿Y ESADE Alumni?

Cataluña sin ESADE seria una Cataluña diferente. En este país, cuando ha hecho falta formar gente en términos empresariales, la sociedad civil se ha organizado y, ello, tanto a finales del siglo XVIII, con la Junta de Comercio, como en mitad del siglo XX con ESADE. Personalmente, he dedicado muchas horas de mi vida a esta institución, absolutamente relevante para el país.
Respecto a ESADE Alumni, soy su Presidente de Honor y presidente del Consejo Institucional. Lo siento como mi obra. Es un proyecto que se nos encargó y, pese a las dificultades, ha sido bonito hacerlo realidad. Hoy en día, mantiene su espíritu inicial, pero mucha gente se ha comprometido con él, empezando por los Presidentes, las Juntas Directivas y el actual director general, Xavier Sanchez (Lic&MBA 97 / AMP 08), y todo el equipo. Y el resultado es fantástico, estoy encantado con él. Es como un hijo para mí.

-ESADE Alumni es una de las asociaciones de alumni más grandes de Europa en número de asociados y en cuanto al perímetro de actuación y nivel de actividad: más de 70 Chapters internacionales y cerca de 30 Clubes Transversales, organiza más de 800 acontecimientos al año en más de 80 ciudades del mundo y cuenta con el apoyo de 1.800 voluntarios. ¿Pensaba que se llegaría tan lejos?

No. Si miras otras asociaciones de antiguos alumnos ves que no son como esta. El talante de la institución y la gente que forma parte de ella son lo que le da el carácter y el éxito que tiene. Es una institución que tiene una gran historia y está en la la liga mundial, de forma que responder a los retos no es fácil.
El futuro es un futuro de cambio. ESADE Alumni ya se está adaptando a los nuevos retos. Porque la sociedad cambia. Los jóvenes de hoy en día tienen otros intereses, están globalizados, son más tecnológicos y debemos estar receptivos.

-Paralelamente a su tarea con ESADE Alumni, ha desarrollado diferentes proyectos profesionales. ¿Qué otros éxitos destacaría de su trayectoria profesional?

Después de estudiar en ESADE, empecé a trabajar en Catalana de Gas y Electricidad, donde estuve 47 años. Hice toda la escalera profesional desde becario hasta llegar al Consejo de Administración. Los últimos 10 años fui el director de la fundación. Con 175 años, ha sido la compañía más importante de Cataluña: trabajar con el primer ordenador de España, vivir los primeros créditos sindicales internacionales, el diseño de la estrategia, la internacionalización, la preservación del patrimonio cultural… Son muchos recuerdos. Ahora estoy en el segundo mandato como Presidente de la Coordinadora Catalana de Fundaciones, que agrupa las fundaciones del país, con una clara dinámica de crecimiento y de incidencia en la sociedad. Soy vicepresidente de la Fundació BCN Formació Porfessional y estoy involucrado en preservación del patrimonio industrial. He escrito 7 libros y publicado prólogos, capítulos o colaboraciones en más de 70 obras colectivas. Siempre he sido muy activo porque mantengo la curiosidad y la ilusión por todo, y eso es muy divertido.