Club Automoción ESADE Alumni
mayo 24, 2016 3:11 pmHablamos sobre el Club Automoción ESADE Alumni con su presidente, Francisco Roger (Lic&MBA 86), quien subraya el prometedor futuro de la industria del automóvil, que se mueve ahora en un entorno muy incierto y a la vez interesante desde el punto de vista empresarial.
¿A quién va dirigido el Club Automoción? ¿Qué beneficios pueden encontrar los alumni que se inscriban en él?
El Club Automoción va dirigido a todos aquellos profesionales que formen parte de ESADE Alumni y que tengan interés por el sector del automóvil en todas sus múltiples vertientes, desde las compañías industriales de fabricación de automóviles y componentes hasta las concesionarias dedicadas a su distribución, sin olvidar todos los negocios auxiliares que se mueven alrededor del mundo del vehículo, como son el asegurador, el financiero, la posventa, el alquiler de coches o los nuevos servicios de movilidad.
Ciertamente, es un sector muy amplio y en el club confluyen profesionales de diferentes ámbitos, siempre relacionados con el mundo del automóvil, lo que lo convierte en un entorno privilegiado para compartir experiencias y establecer relaciones profesionales.
¿Qué temas son los que despiertan más interés?
Hoy por hoy, los temas que más interés despiertan son los relacionados con el desarrollo de nuevas tecnologías en el mundo del automóvil, como son la superconectividad del vehículo, el vehículo autoconducido, la electromovilidad, los nuevos sistemas de propulsión, las smart cities, etc.
Ciertamente resulta impresionante observar lo rápido que cambian los paradigmas del mercado del automóvil por el impacto de las nuevas tecnologías.
¿Qué novedades depara el sector de la automoción a medio plazo?
El automóvil se enfrenta a enormes retos a medio plazo. Desde la aparición de los primeros automóviles a principios del siglo pasado, nunca antes habíamos asistido a una revolución industrial tan profunda como en la que ahora se encuentra esta industria. Analizando con suficiente perspectiva los datos históricos y cruzándolos con las expectativas que en materia de demografía global se anticipan (crecimiento de la población, mejora en los niveles de desarrollo de las regiones BRIC, proliferación de las megaurbes, incremento de la sensibilidad en materia medioambiental, cambios de comportamiento de los clientes, etc.) y con los avances recientes vividos en el sector en materia de innovación tecnológica (superconectividad, seguridad activa y pasiva, autoconducción, ecomovilidad, etc.), no cabe duda de que el futuro de la industria del automóvil es muy prometedor. Sin embargo, muchos de estos desafíos no tienen todavía una respuesta única y clara, lo que hace que el sector se mueva ahora en un entorno muy incierto y, a la vez, interesante desde el punto de vista empresarial.
La industria se enfrenta a retos como el cambio de comportamiento del cliente, la movilidad sostenible, las tecnologías de la información… ¿Cuáles son los principales desafíos?
La historia nos cuenta que, en el mundo desarrollado, adquirir un vehículo en propiedad ha sido uno de los sueños de los ciudadanos como señal inequívoca de prosperidad. El coche es una de las inversiones más costosas que se llevan a cabo a lo largo de la vida y te identifica con un estilo de vida, una posición económica o un estatus social. En 1965 se vendieron 25 millones de vehículos en todo el mundo, pero, a medida que la renta per cápita global va creciendo, en 2017 se espera ya alcanzar una cifra de ventas global de más de 100 millones (la demanda de automóviles se ha multiplicado por 4 en 50 años).
Sobre la base de la historia del siglo XX, no cabe duda de que el potencial del mercado de automóviles global para los próximos 50 años es enorme. Así, el mercado chino, que pasa por ser el mayor mercado del mundo, cuenta con una clase media en continua expansión, y su parque automovilístico es de tan solo 86 automóviles por cada 1.000 habitantes, muy lejos de los 918 automóviles por cada 1.000 habitantes de Estados Unidos, 614 en Alemania o 542 en Japón (en España también superamos los 500 automóviles por cada 1.000 habitantes). Se espera que solo en los mercados de China e India se comercialicen ya más de 50 millones de vehículos en el año 2030. A ello hay que unir que los mercados en países de desarrollo medio (como Indonesia, por ejemplo) están despuntando y que una parte muy importante del mundo (principalmente en África) está todavía con parques de menos de 2 automóviles por cada 1.000 habitantes. El potencial es enorme.
No obstante, hay dos interrogantes que actualmente ofrecen difícil respuesta. Por un lado, ¿existe el riesgo de que las nuevas generaciones muestren un cambio de actitud y de prioridades a la hora de decidir si adquirir un vehículo en propiedad, como por otra parte algunas encuestas recientes vienen adelantando? No cabe duda de que factores tales como el crecimiento demográfico, el respeto al medioambiente, las limitaciones urbanísticas o la expansión de sistemas de movilidad alternativos remodelarán las curvas de demanda de automóviles en el futuro. Por otro lado, ¿hay un límite de renta media a partir de la cual incrementos de renta no implican necesariamente incrementos del parque automovilístico? A excepción de lo ocurrido en los Estados Unidos, la mayor parte de los países del mundo estabilizan el crecimiento de su parque automovilístico, y lo sitúan en alrededor de los 600 vehículos por cada 1.000 habitantes en cuanto alcanzan un nivel de renta per cápita de alrededor de 30.000 dólares. Hasta ese momento el crecimiento es vertiginoso, pero a partir de ahí la curva se aplana y muestra signos de agotamiento.
¿Qué consejo daría a los alumni que deseen desarrollar su carrera profesional en este sector?
El sector del automóvil es un sector muy dinámico e innovador, por lo que los alumni que deseen desarrollar su carrera profesional en el mismo deberán procurar estar siempre actualizados y formados. La exigencia de una formación de calidad y continua a los profesionales es una constante en todas las grandes industrias relacionadas con el mundo del automóvil. Por ello, el papel de una escuela de negocios de la calidad de ESADE, con programas de Grado, Posgrado y formación continua de reconocido prestigio nacional e internacional, es un activo que nos acompañará en toda nuestra carrera y que el sector del automóvil valora mucho.
¿Qué significa para usted ser presidente del Club Automoción?
Es un honor poder contribuir en alguna medida desde el club, con la ayuda de toda su Junta Directiva, al desarrollo profesional de los alumni de ESADE que deseen trabajar en el sector de la automoción, un sector al que estoy estrechamente ligado desde hace muchos años.