Los MOOC llegan a la educación corporativa
enero 27, 2016 11:42 pmAlexandra Maratchi (Lic&MBA 09), cofundadora & CEO de Homuork
Alexandra Maratchi nació y creció en Barcelona pero, en cuanto pudo, empezó a viajar y trabajar en Europa en los departamentos de marketing y ventas de varias multinacionales. A finales de 2012 vio cómo nacían los MOOC (‘massive open online courses’) en Estados Unidos y un año más tarde emprendió su propio proyecto en el sector junto a su socio, Xavier Orri.
«Dejamos nuestros trabajos y nos pusimos a desarrollar la idea de MOOC for corporate business. Al ver que esta forma de enseñar era trasladable al mundo de la educación corporativa, hicimos todo el estudio para entender cómo funciona el e-learning en la empresa: quiénes son los actores, qué busca el alumno corporativo, qué ratio de satisfacción ofrece el e-learning tradicional…, y vimos una oportunidad gigantesca en un mercado con crecimientos anuales del 25%», nos cuenta.
Así nació Homuork, una empresa dedicada al diseño de MOOC para empresas. Más allá de la innovación metodológica que planteaba, Homuork también destacó por tratarse de una solución integral que cubría desde el diseño pedagógico hasta la producción de contenidos educativos y la distribución del proyecto a través de su plataforma LMS (Learning Management System).
«En este campo, existen empresas que pueden ayudarte con la plataforma, otras en la producción y otras en la consultoría pedagógica, pero nosotros tratamos el conjunto del proceso. Para ello, disponemos de una plataforma propia que hemos desarrollado y diseñado para facilitar la experiencia, teniendo en cuenta perfiles de usuario muy diferentes», añade Alexandra.
Un L&D un 50% más efectivo
La flexibilidad y la individualización que el MOOC ofrece al estudiante son claves en el éxito pedagógico de Homuork. «Las estadísticas que tenemos a través de nuestra plataforma nos indican un ratio de aprendizaje entre un 25 y un 50% mejor que otros formatos. Es lo que más valoran los responsables de Learning & Development de nuestros clientes: sus trabajadores aprenden más y en menos tiempo», explica Alexandra.
Después de dos años de actividad, Homuork trabaja en 8 países y tiene alumnos en los cinco continentes, y en su cartera de clientes predominan multinacionales americanas como Twitter y europeas como Danone, Seat o L’Oréal. «En España el formato empezó a popularizarse el año pasado, sobre todo en los sectores bancarios y de seguros», explica Alexandra Maratchi.
Un modelo escalable
De entre los múltiples proyectos que ha desarrollado Homuork en sus dos primeros años de actividad, destaca el desarrollo del primer MOOC de ESADE con Javier Solana, uno de los primeros en lengua castellana que ha ofrecido la prestigiosa plataforma educativa Coursera, con una valoración de 4,8 sobre 5 y unos ratios de finalización muy por encima de la media. «Trabajar con ESADE ha sido una experiencia maravillosa que nos llena de satisfacción y también nos ha permitido entrar en el mundo académico, aparte del corporativo», comenta orgullosa.
De cara a este 2016, el gran reto es el desarrollo de los denominados on shelf MOOCs, cursos prediseñados y desarrollados por los pedagogos y expertos de Homuork en materia de business skills que se pueden adaptar en mayor o menor medida a cada empresa. «Es nuestro next step natural: hasta ahora hemos desarrollado proyectos a medida y ahora tenemos el reto de diseñar productos e-ducativos con el mismo modelo pedagógico y el mismo estándar de calidad que puedan ser útiles para nuestros clientes a un coste más reducido. Tanto los on shelf MOOCs como la nueva plataforma que hemos desarrollado deben permitir la escalabilidad del proyecto», explica Maratchi.
La experiencia personal
El mayor aprendizaje que el emprendimiento ha proporcionado a Alexandra ha sido la humildad: «ESADE te da un marco de reflexión importante, capacidad de trabajo y autoexigencia, pero cuando empiezas de cero en un proyecto B2B, sin un producto que enseñar, y estás muy enfocado al servicio te ves obligado a refinar la propuesta una y otra vez. Por ello, valoro especialmente la creatividad y la capacidad de buscar soluciones en mi equipo», explica.
No obstante, en su caso, la familia seguramente también ha influido en su capacidad emprendedora: su abuelo era el perfumista Enrique Legrain, creador del gel Moussel de Legrain, y su padre también es emprendedor en el mundo del textil. «Siempre he visto cómo la autoexigencia, la capacidad de marcarse objetivos y la resiliencia son esenciales para el desarrollo de un proyecto, y posiblemente este contexto ha contribuido al éxito de Homuork».
A los alumni que deseen emprender, Alexandra les aconseja hacer primero unos cálculos que les permitan tener un colchón económico para, durante unos años, «ser capaces de pagar las facturas teniendo en cuenta que quizás no va a entrar nada, así como juntarse con personas que sean complementarias a ti, y que las nuevas incorporaciones sean mejores que tú». Por supuesto, también aconseja aprovechar la fantástica oportunidad del networking de ESADE Alumni: «Hay que procurar saber quiénes son tus compañeros, qué necesitan y cómo les puedes ayudar».