Vicente Vento (Lic&MBA 04): “El ‘network’ de cada uno es un activo más en su balance personal”
noviembre 8, 2021 4:05 pmEl presidente del Chapter Esade Alumni Hamburgo y fundador y CEO de DTCP, una plataforma de gestión de inversiones para tecnología, ‘equity’ e infraestructura digital, comparte su experiencia internacional y como ‘intrapreneur’.
Construir algo propio
-¿Qué te motivó a fundar DTCP y cuáles son sus objetivos?
En 2015, tras varios puestos en la industria financiera y cinco años al mando del departamento de fusiones y adquisiciones de Deutsche Telekom, decidí que no era mi intención perseguir una carrera corporativa convencional, sino que ansiaba hacer algo con un espíritu más emprendedor. Construir algo propio. En ese momento le planteo a Deutsche Telekom crear una plataforma de inversión independiente que se enfoque en capital de crecimiento (growth equity) e infraestructura digital, con el apoyo de la corporación, pero con un proceso de toma de decisiones ágil e independiente, y la propiedad en manos de los partners. Nuestra visión es establecer una plataforma de inversión líder en Europa que pueda plantear alternativas al capital tradicionalmente americano. Nos diferenciamos por conocer bien el ecosistema y tener buenas relaciones en las áreas donde invertimos, especialmente con operadores de telecomunicaciones.
-¿Tras una trayectoria de más de 6 años, en qué momento se encuentra la compañía y cuáles son los planes futuros?
Han sido unos años intensos y afortunadamente muy productivos. Tenemos 5 fondos activos que están obteniendo unos retornos financieros muy buenos. Adicionalmente, la plataforma ha alcanzado más de 2000 millones de capital bajo gestión y casi 50 empleados repartidos entre Hamburgo, Londres, Luxemburgo, Tel Aviv, San Francisco y Seúl. Estamos muy orgullosos de los logros, pero pensamos que estamos aún en el minuto 1 de este partido. Consideramos que la transformación digital está todavía en su primera fase y que en los próximos 30 años vamos a seguir viendo un desarrollo increíble en temas de innovación y de infraestructura digital.
-¿Por qué decidiste emprender después de tu larga experiencia en dirección?
Por dos motivos:
Personalmente, siempre había tenido la ilusión de generar algo propio y construir una empresa desde cero. Creo que en cierta manera es lo que se nos ha enseñado en Esade con una formación empresarial muy amplia, que va desde finanzas, marketing, operaciones, RRHH, hasta contabilidad o fiscalidad.
Profesionalmente, observé una oportunidad de hacer las cosas de manera diferente, tras cinco años dentro del mundo corporativo. Llegamos a la conclusión de que ciertos temas de inversión e innovación son difíciles de gestionar dentro de estructuras rígidas más aptas para modelos de negocio muy establecidos. Fundar una plataforma al margen de la corporación para afrontar esos retos ha resultado ser una gran decisión.
Experiencia internacional
-Cuentas con una gran trayectoria internacional: has trabajado en Países Bajos, Israel, Inglaterra, Suiza y España. ¿Cuáles son los atractivos de trabajar en el extranjero para ti?
Yo he tenido la gran suerte desde niño de moverme siempre en un entorno internacional. Mis padres pasaron mucho tiempo fuera de España y yo soy exalumno del Colegio Alemán de Valencia. Siempre me he sentido muy cómodo en un entorno diverso y estoy convencido de sus ventajas: talento más variado, menos herd mentality, acceso a un mercado global… En DTCP tenemos casi 50 empleados de 15 nacionalidades: alemanes, rusos, chinos, coreanos, americanos, israelíes, armenios, holandeses, franceses, italianos, etc.
-¿Qué te motivó a convertirte en el presidente del Chapter Hamburgo?
Al llegar a esta ciudad en 2016 coincidí con Cristina Manchado (MDMC 06), también alumni de Esade, y decidimos que sería una buena iniciativa para generar network, ayudar a distribuir la marca Esade y fomentar el give back. Yo había sido miembro del UK Chapter y me había beneficiado de la gran labor de Jaume Hugas (MBA 88) cuando yo estaba empezando mi carrera. Estoy convencido de que el modelo americano de Ivy League School, donde los alumni más exitosos contribuyen a mejorar la imagen de su alma mater y a apoyar a otros alumni, es el modelo a seguir.
-¿Qué particularidades presenta esta comunidad de alumni?
Es una comunidad variada con mucho talento. Hamburgo es conocida por los medios digitales, los negocios globales de logística y, en general, por todo el comercio que se deriva de su gran puerto. La mayoría de alumni trabajan en este entorno.
-¿Cuáles son los retos para el Chapter este curso 21-22?
Nuestra comunidad es pequeña y cambiante por las idas y venidas de los miembros. El reto para este curso es retomar las reuniones físicas ahora que las restricciones por la covid-19 se están levantando. Durante la pandemia, no pudimos reunirnos físicamente, pero a cambio ampliamos horizontes y pudimos conocer virtualmente a los demás chapters en Alemania, que son también muy variados y con miembros muy talentosos e interesantes. Estamos trabajando con ESADE Alumni para dar impulso al Chapter postpandemia. Quizá un modelo híbrido, compatibilizando sesiones virtuales interchapter con presencia física, pueda ser un modelo interesante.
-Pensando en los alumni más jóvenes que empiezan una trayectoria internacional ¿qué crees que aportan los chapters Esade Alumni? ¿Qué aprendizajes clave de tu trayectoria compartirías con las nuevas generaciones?
En mi opinión, el network de cada uno es un activo más en su balance personal. La mayor parte de mi negocio se desarrolla a través de relaciones interpersonales, que he establecido a lo largo de mi carrera. Esade Alumni presenta una oportunidad de generar network intergeneracional, con individuos que comparten una experiencia común y, por tanto, tienen un ADN similar al propio. Todos debemos aprender a utilizar este network de una forma más efectiva. Por ejemplo, mi empresa regularmente adquiere talento de Esade que nos aporta muchísimo valor. A cambio, formamos a jóvenes y contribuimos a que desarrollen su carrera profesional. Esta colaboración nos beneficia mutuamente y hay que fomentarla. El valor de la red incrementa exponencialmente en relación con el número de miembros que contribuyen a fomentarla.