«Dedicaremos los recursos al desarrollo del eje artístico, el de la innovación y el social»

marzo 29, 2017 1:55 pm

Roger Guasch (EMOI 02), Director General de la Fundació del Gran Teatre del Liceu

Tras tres años en la Dirección General del Liceu, Roger Guasch puede presumir de unas cuentas saneadas y un aumento de recursos que permitirá consolidar y preparar al Gran Teatro para la excelencia artística. Es un referente cultural internacional que, a día de hoy, quiere volver a ser el «Liceu de tots» (el Liceo de todos).

-Llegó a la Dirección General de la Fundació del Gran Teatre del Liceu en octubre de 2013. ¿Qué retos implicó asumir la gestión del Liceu en aquel momento?

Retos de todo tipo: económicos, artísticos, sociales… El Liceu es de todos y por tanto una institución emblemática para la sociedad de Barcelona, pero también nacional e internacional.
El objetivo era volver a poner al Liceu como referente operístico del sur de Europa, y creo que lo estamos consiguiendo. Somos, sin duda, la ópera de referencia en España y uno de los referentes europeos. Estamos muy bien considerados en el circuito internacional, siendo ejemplo de ello que las grandes voces de la lírica quieren venir y que el Liceu está haciendo nuevas coproducciones con los grandes teatros de ópera del mundo. Económicamente hemos saneado nuestras cuentas y estamos cerrando los ejercicios con equilibrio económico, incrementando significativamente nuestros recursos propios como el ticketing y el mecenazgo. Y, finalmente,  hemos presentado recientemente nuestro proyecto social, que está siendo un referente para otros teatros de ópera e instituciones. Creo que estamos recuperando, sin duda alguna, aquel «Liceu de tots» que en el año 2000 fue una realidad.
A nivel personal, el reto era el orgullo de poder participar en un proyecto emblemático para nuestra sociedad, contribuir con mi grano de arena a la buena gestión de nuestras instituciones. De Liceu solamente hay uno. No podía decir que no.

-Este año han puesto en marcha el Plan Estratégico y de Sostenibilidad 2017-2021. ¿Cuáles son los retos y objetivos ahora?

Cerramos con la actual temporada 16-17 el Plan Estratégico y de Viabilidad 2014-2017. Podemos decir que nos ha permitido poner las bases de sostenibilidad del periodo 17-21, que será de consolidación y de preparar al Liceu para la excelencia artística. Es nuestra ambición. En 2021 dejará de existir parte de la deuda estructural y podremos dedicar más recursos a las necesidades artísticas para seguir siendo el referente operístico de elevada calidad. La consolidación del proyecto musical, coro y orquesta ha de ser una realidad en este periodo. Además, la digitalización del teatro es obligatoria y creemos que será un elemento competitivo para afrontar los nuevos tiempos.

-Durante los próximos tres años el Gran Teatre organizará diversos actos relacionados con el 20 aniversario de su reapertura. ¿Qué líneas de trabajo están impulsando para seguir siendo un referente artístico, potenciar el proyecto social y adaptarse a los nuevos tiempos?

Estos tres años nos han de servir para afianzar todo lo que hemos hecho y promocionar la misión del Liceu delante de los retos que tenemos en este siglo XXI.
De entrada, creo que hay que potenciar el mecenazgo. Lo importante es hacer llegar el mensaje a la sociedad civil y a las empresas, que sin su apoyo la cultura lo pasará mal y que la cultura es el ascensor para una sociedad más justa y equitativa.
Hemos conseguido, además, que el gobierno de España reconociese este periodo como de «especial interés público», de forma que las donaciones de mecenazgo a nivel de empresa o particular pueden beneficiarse de una desgravación que puede llegar hasta el 90% de la aportación.
Dedicaremos los recursos económicos a tres ejes fundamentales de nuestra actividad: el eje artístico, el de la innovación y el social.
Con respecto al eje artístico, vamos a desarrollar nuevas coproducciones y apostaremos por una programación equilibrada con presencia de grandes voces. El gran tenor Jonas Kaufmann es un ejemplo. Trabajaremos también la apuesta por la ópera contemporánea, tan necesaria para el futuro, aunque ahora muchos no lo vean así (La Traviata fue un fracaso en su inicio), teniendo ya dos compromisos de coproducciones para los años 2018 y 2019.
En el eje de innovación, seguiremos con el espíritu del Liceu, que fue líder en las retransmisiones audiovisuales. No solo las hemos recuperado, sino que ampliamos a streaming. Además, vamos a realizar toda la digitalización del teatro en su concepto más amplio de teatro y de acercamiento a públicos y, finalmente, seguiremos siendo pioneros en testar las nuevas tecnologías, como recientemente estamos haciendo con el test de smart glasses, que podrá ser una revolución en contenidos durante la propia ópera.
Tampoco nos olvidamos del eje social: queremos un teatro accesible y potenciar el sentimiento de pertenencia de toda la sociedad. El Liceu será más social o no será.

-Con más de 160 años de actividad ininterrumpida y la orquesta más antigua de España en funcionamiento, ¿qué papel desempeña actualmente el Liceu en el panorama cultural internacional? ¿Es un referente más allá del sur de Europa?

Somos, sin duda alguna, el teatro de referencia operística en España, no solo por nuestra actividad, sino por nuestro público. Sus 170 años (que cumplirá el 4 de abril de 2017) convierten al Liceu en un referente de público entendido en ópera.
Por otro lado, los grandes maestros de orquesta especializados en ópera, los grandes directores de escena, escenógrafos, etc., quieren venir a Barcelona. Estamos en el circuito y estamos muy bien considerados. Qué duda cabe de que somos el referente del sur de Europa.

-¿Qué aporta el Liceu a la ciudad de Barcelona?

En el ámbito económico, creamos prácticamente 1000 puestos de trabajo entre puestos directos e indirectos, dinamizamos la economía de Barcelona, principalmente con un aporte de 129 millones de producto interior bruto, y devolvemos en impuestos directos más del 50% de las subvenciones que recibimos: aportamos unos 11 millones de los 19 que recibimos en subvenciones. En impuestos directos e indirectos, este aporte sostiene significativamente las subvenciones recibidas.
Además, al ser un referente cultural en Europa, atraemos a un público muy importante para el prestigio de la ciudad.
Y, como ya hemos comentado, somos un referente social. Creo que hemos recuperado la visión positiva de la sociedad frente al Liceu, el «Liceu de tots».

-¿Qué papel jugará el mecenazgo ahora que la Administración central ha reconocido unas condiciones especiales de beneficios fiscales para las personas físicas o empresas que quieran convertirse en mecenas del Liceu hasta 2019?

Necesitamos cultivar, como he indicado anteriormente, una cultura de mecenazgo. Esto no solo se hace en tres años. Tenemos ejemplos como Francia, que ha tardado 13 años en consolidar una ley de mecenazgo. Pero la situación actual nos ayudará a empezar a consolidar esta visión de mecenazgo y micromecenazgo en la sociedad civil. Es una herramienta que permitirá al mecenas conocer nuestro proyecto. Y ya nos quedará disponer de una ley de mecenazgo para consolidarlo.

-Tras poner en marcha exitosos procesos de viabilidad y sostenibilidad para instituciones emblemáticas de la Ciudad Condal, ¿qué habilidades cree que son necesarias para la gestión de equipos en entornos de crisis y de necesidad de innovar?

Un jefe que tuve me dijo una vez: «Lo has conseguido porque eres un poco provocador y tienes una pizca de inconsciencia… Una pizca, la justa». Puede que la palabra inconsciencia no sea la adecuada, pero nos entendemos, ¿verdad?
La gestión del cambio requiere en muchos casos un punto de provocación, ya que hay que mover el «sistema» de su zona de confort. Por otro lado, ante tanta incertidumbre, hay que tener la capacidad de tomar decisiones con un elevado grado de intuición y sin tener todos los números; por tanto, necesitas un «pellizco de inconsciencia». La capacidad de reacción y flexibilidad es necesaria. Un directivo sin un elevado grado de intuición no es un directivo que pueda visualizar una estrategia.
El equipo también es fundamental y, ante el equipo, debemos mostrar ejemplaridad en todo momento y saber aprender de ellos. Tener buenos profesionales a tu lado es una de las claves de los resultados positivos. Finalmente, honestidad y transparencia. Lo pongo al final, ya que así no se nos olvida, pero ha de ser una máxima desde el primer día que entra uno en un trabajo.

-¿Cómo ha influenciado en su cargo actual su amplia experiencia en la gestión empresarial, en compañías multinacionales de diversos sectores y en la relación con la Administración (dirigió dos años la mutua asistencial L’Aliança)?

Cambiar es aprender y permite aportar a nuevos sectores experiencias de otros. Con respecto a la relación con las administraciones, la relación público-privada cada vez es más significativa, y un profesional que conozca bien el sector privado y entienda el público es una interfaz genial para ambos mundos.
Y hay que decir una cosa de forma muy clara: en la Administración hay grandes profesionales, pero necesita también de esta visión pragmática del sector privado, ya que es un golpe de aire fresco que mejora la eficiencia y revierte en la sociedad tarde o temprano.

-¿Qué recuerdos tiene de su paso por ESADE?

Estudié en ESADE en Executive Master en Innovación y Operaciones. Me permitió ordenar ideas y métodos de trabajo, después de unos años ya de experiencia profesional, y me facilitó conocer situaciones, análogas o no, de compañeros de clase que me permitieron reflexionar y mejorar mis actuaciones. Además, de aquella época me queda un grupo de amigos con los que, a día de hoy, nos reunimos varias veces al año y compartimos experiencias a nivel personal y profesional. Volvería a realizarlo sin duda alguna.