En memoria de Javi Rigau (Lic&MBA 01)

octubre 8, 2020 2:57 pm

Este ha sido un verano muy triste para los compañeros de la promoción 2001 del Lic&MBA. A finales de julio recibimos la fatídica llamada: «Javi ha muerto en un accidente de tráfico». No nos lo podíamos creer, él, la persona más prudente del mundo, víctima de un accidente. ¡No podía ser! Pero sí, desgraciadamente, la vida da estos golpes duros, incomprensibles y, en este caso, también injustos. Javi fue para muchos de nosotros no solo un gran amigo, sino todo un referente; de aquellas personas especiales que poca gente tiene el privilegio de conocer, y nosotros tuvimos la suerte de poder hacerlo durante 5 años en Esade.

Ya de pequeño, en el Sant Ignasi, compartió pupitre con algunos de nosotros. Allí ya destacó por ser un alumno brillante con los objetivos bien claros, respetuoso con todo el mundo y sabiendo siempre tener tiempo para todo, incluyendo deportes y diversión. En la etapa escolar Javi nos enseñó que la excelencia es muy compatible con la calidad humana, y el equilibrio pasa por disfrutar con los amigos haciendo deporte y compartiendo momentos de calidad.

Era el año 96 cuando comenzamos ilusionados la licenciatura de ADE en el antiguo campus de la av. Pedralbes. Discreto, sencillo y trabajador, Javi terminaría los 5 años graduándose el primero de nuestra promoción. Lo hizo sin estridencias, sin protagonismo, sin hacer la pelota y sin que nadie le pudiera hacer ningún reproche. Lo hizo de la única forma que sabía hacer las cosas, con esfuerzo, implicación, persistencia e inteligencia. Esade fue una etapa muy importante para Javi, ya que, además de formarse, es en Esade donde conoció a María, la persona de su vida, con quien se casó y de quien ya no se separaría nunca más.

El último año de Esade, su excelente expediente académico le permitió pasar 3 meses de intercambio en la universidad de UCLA, en Los Ángeles. Fueron unos meses impresionantes, teníamos 22 años y la libertad para explorar la costa oeste de Estados Unidos. Estudiamos, pero también viajamos a Las Vegas y al Gran Cañón, hicimos surf en Venice Beach y comimos hamburguesas en el in&out.

Al terminar la universidad, algunos de nosotros encontramos trabajo en Madrid, donde compartimos piso en Claudio Coello. A Javi lo veíamos poco por el piso, entre semana se iba pronto a trabajar y volvía tarde, y los fines de semana se los dedicaba a María. Su trabajo a Apax Partners, un fondo de capital riesgo, era muy exigente, pero Javi, a pesar de la presión del trabajo, siempre venía contento al piso. Cansado pero contento. Gracias a su esfuerzo, su capacidad de trabajo y su autoexigencia, hizo una gran carrera en Apax, y allí le convencieron para ir a hacer un MBA en Harvard, donde pasó 2 años. En Boston hizo grandes amigos que aún conserva y de allí hacia Londres, donde Apax lo destinó durante un tiempo hasta que volvió a Barcelona, ​​su ciudad. Aquí fundó, con otros alumni de Esade y de Apax, el fondo Abac Capital, del que era socio sénior. Llegó lejos, pero los que lo hemos seguido de cerca sabemos que nunca nadie le regaló nada, se lo ganó por méritos propios.

Los valores de Esade

Javi siempre ha sido un ejemplo a seguir para todos. Una persona que ha tenido un gran impacto en muchos de nosotros, a quienes nos ha ayudado a ser mejores profesionales y mejores personas. Combinaba a la perfección una alta exigencia sin dejar de ser buena persona (cualidades muy difíciles de compaginar). De manera innata, vivía plenamente los valores de Esade: integridad, respeto y compromiso con los demás. Su manera de mejorar la sociedad era hacer un buen trabajo y ayudar a los demás discretamente. Y lo consiguió. Este verano sus amigos hemos compartido las experiencias personales que hemos vivido con él y nos hemos dado cuenta de cómo nos ha cambiado a todos la vida, cómo a algunos nos ha ayudado profesionalmente, cómo a otros nos ha hecho superarnos a nivel deportivo, cómo convenció a alguno de nosotros para seguir sus pasos en Harvard o cómo a otros nos ha servido de modelo en el que reflejarnos.

Javi se entregó plenamente a sus pasiones: la familia, el trabajo, los amigos y el deporte. Amaba con locura a María y a su hija Martina (9 años). Estaba muy orgulloso, y lo puede estar. Se dedicaba intensamente a su trabajo, era su forma de cambiar el mundo. Era amigo de sus amigos, de esas pocas personas de las que nunca nadie ha dicho nada malo, porque nada malo se podía decir de Javi. Era admirado por muchos y lo llevaba con una gran humildad, nunca se le subieron los humos, y tenía muchos motivos para que se le subieran. Competitivo con el deporte, se superaba cada día y lograba retos cada vez más complicados, recorriendo el mundo haciendo maratones y ironmans.

Esade y su comunidad ha perdido a una gran persona. El mundo ha dejado escapar a alguien excepcional, pero su huella nos acompañará toda la vida. Gracias, Javi, por haber compartido tus años con nosotros, por habernos permitido conocerte y por habernos cambiado la vida.

Tus amigos de la promoción Lic&MBA 01