«La multiculturalidad está en nuestro ADN»

mayo 30, 2017 5:20 pm

Isla Ramos (MP SEP 04), directora ejecutiva para Europa, Oriente Medio y África de Medianas Empresas de Lenovo

Lenovo es hoy en día el mayor fabricante de ordenadores personales del mundo, tras una rapidísima evolución en la que la visión estratégica y de largo plazo han jugado un papel esencial. Con más de 20 años de experiencia en el sector TI, Isla Ramos explica cómo enfoca los retos futuros.

-¿Qué retos plantea su actual posición?

El mayor reto o, al menos, el más interesante es la gestión de equipos en 20 países en un negocio altamente competitivo y sumamente dinámico. La velocidad es otro reto importante, ya que la evolución de Lenovo ha sido rapidísima: en 10 años ha pasado de ser un jugador con presencia limitada a ser el número 1, y eso requiere una transformación muy acelerada y continua.

-¿Qué elementos diferenciales confieren a la empresa su origen chino?

Lenovo es una empresa muy internacional, con presencia en más de 160 países. Tenemos más de 20 nacionalidades entre los primeros cien líderes de la organización y 7 nacionalidades en los primeros doce, es decir, la multiculturalidad está verdaderamente en nuestro ADN y lo vivimos como una enorme ventaja competitiva que nos permite sacar el máximo partido de la diversidad.
De la cultura china adoptamos una gran atención a la planificación a largo plazo, una característica que siempre me ha impresionado de Lenovo. La visión de largo plazo es mucho más fuerte en la cultura asiática que en la occidental. En una industria como esta, el corto plazo es crítico, pero la evolución es tan rápida que la visión estratégica y de largo plazo es esencial.

-¿Cuál ha sido el momento más difícil en Lenovo? ¿Y el más gratificante?

El más difícil, y no por eso menos apasionante, fue la escisión de IBM de la división de sistemas personales, porque había muchos interrogantes. Para mí fue una experiencia increíble y apasionante, ya que me dio la oportunidad de poner a prueba mi liderazgo y mi capacidad de transformación, dos competencias que considero esenciales en el líder de hoy en día.
El más gratificante… Pues he tenido muchas alegrías. Empresarialmente, el día que entramos en el Fortune 500 y el día que pasamos a ser el mayor fabricante de ordenadores personales del mundo. Personalmente, conseguir traer a España inversión para un centro internacional era un reto que llevaba persiguiendo desde hacía mucho tiempo.
En general, mi equipo ha sido lo que más alegría me ha dado. Soy una persona de equipo y los equipos que he tenido en Lenovo han sido magníficos, profesionales, muy comprometidos y apasionados de su trabajo.

-Cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector tecnológico. ¿Qué tendencias cree que crearán más oportunidades de negocio para las empresas?

No voy a repetir las obvias, como la nube o el Big Data, que desde luego son ya una realidad. Creo que lo mejor está por llegar y que la mayor oportunidad de negocio vendrá con la aplicación de la realidad virtual y la realidad aumentada a nuestro día a día. Y deberemos poner énfasis en la aplicación de la tecnología, porque creo que lo crítico no es solo que la tecnología exista, sino que encontremos la forma de aplicarla para mejorar la vida de las personas, incluso —y sobre todo— en áreas como la medicina, la educación…
También creo que la gestión del conocimiento es un tema pendiente que aún dará mucho que hablar. Ahora mismo tenemos más información y conocimiento del que somos capaces de manejar y es un tema clave para la evolución de nuestro modo de aprender y evolucionar.

-Ha impartido diversas charlas en el European Woman’s Forum. ¿Cómo ve la situación de la mujer en los cargos directivos?

Creo que estamos en el buen camino, pero no hay que perder el foco, porque aún hay mucho por hacer. Aunque la situación ha evolucionado positivamente (veo claros cambios en la mentalidad y la actitud hacia este tema), el problema es la velocidad, que es muy lenta. Bajo mi punto de vista, tenemos que trabajar mucho más la «cantera», concentrarnos en los estadios iniciales e intermedios de la carrera profesional y poner todos los medios para que la evolución sea sólida y constante, más que intentar arreglar la presencia en puestos directivos, ya que esto será la evolución natural si tenemos éxito en las capas más bajas e intermedias de las organizaciones.
Otro tema son los referentes o role models en determinados puestos. Es importante que visualicemos a mujeres en determinados roles para que el entorno favorezca que se haga realidad de una forma natural. Siempre utilizo el mismo ejemplo: si nunca vimos a una mujer como directora de fábrica, es difícil que en la selección de un nuevo director de fábrica se presenten mujeres o se elijan a mujeres. Lo mismo pasa en los puestos directivos.

-¿Cree que existe un estilo de dirección femenino?

Es peligroso crear generalidades, porque cada persona es un mundo, pero es cierto que en general las mujeres tienen una aproximación al liderazgo más inclusiva, más orientada al equipo, al detalle y con mayor empatía. Pero no quiero crear tópicos, porque la diversidad crea riqueza: los equipos de dirección diversos aportan más puntos de vista y, aunque a veces sean incómodos, también son más divertidos.

-¿Qué influencias ha tenido a lo largo de su trayectoria? ¿Cómo define su propio estilo de dirección?

Las influencias han sido muchas, ¡me encanta aprender y soy como una esponja! Creo que he aprendido algo de todos y cada uno de los líderes que he tenido y también de mis compañeros. Lo que está infravalorado es lo que aprendemos de nuestros equipos. A mí, estar en contacto con la gente más júnior me aporta muchísimo. Ellos me ayudan a entender cómo piensan y cuáles son sus motivaciones, lo que enriquece mucho mi aproximación a cómo liderar los equipos.
¿Mi estilo de dirección? Es difícil definirse a uno mismo, pero creo que mi estilo es muy cercano, abierto, apasionado y centrado en la creación de un sentido de orgullo y excelencia.

-Colabora de forma activa en campañas no lucrativas; de hecho, forma parte del patronato de Save the Children. ¿Cree en la innovación social como base para el cambio?

Por supuesto, no vivimos y trabajamos en entornos diferentes, sino que hay una realidad social que todos tenemos la obligación de mejorar un poquito cada día.
Puede ser un tópico, pero es muy real: dar da mucha más satisfacción que recibir. Save the Children es una organización increíble, son un referente del sector y puedo decir que funciona como un reloj, pero sin apartar jamás el ojo de lo que es realmente importante: la infancia. Me apasiona colaborar con ellos y me da muchísima satisfacción.
Además, creo firmemente que el equilibrio entre todos los ámbitos de nuestra vida es lo que nos hace más exitosos profesionalmente (además de más felices, claro), por lo que para mí es esencial que la armonía entre en nuestra faceta profesional, personal y social.

-¿Qué le aportó su paso por ESADE?

Fue una experiencia maravillosa. Yo era muy joven cuando hice el Senior Executive Programme y pensé que no encajaría, pero fue todo lo contrario. Aprendí muchas cosas que me ayudarían más tarde cuando, debido a la escisión de Lenovo, me encontré siendo directora general de la noche a la mañana y, sin pensarlo, pude utilizar muchas de las herramientas que había aprendido. Lo que más me gustó fue la aproximación a las capacidades y soft skills, en las que se ponía mucho énfasis y que me resultaron de gran ayuda.
A posteriori, he seguido en contacto con ESADE, tengo la suerte de poder contribuir de vez en cuando y me encanta conocer a los estudiantes y estar al día de los programas.

-¿Qué recomendaría a los alumni que quieran desarrollar su actividad profesional en el sector de TI?

Que desarrollen al máximo su capacidad de liderazgo (no como jefes, sino como líderes en su manera de trabajar, con o sin equipo) y la gestión del cambio (que va a ser una constante); que alimenten su curiosidad porque les llevará a aprender mucho y, sobre todo, que se diviertan en su trabajo y lo hagan con pasión y entusiasmo.