eSalud: tecnología digital al servicio de la salud
noviembre 24, 2016 1:27 pmHace años surgió en el entorno del cuidado y la salud el término ‘telemedicina’. En los medios de comunicación aparecían sistemas antaño impensables, como consultar al médico sin salir de casa, simplemente con una cámara y un ordenador. Hoy en día, casi 150 años después, el término ‘telemedicina’ ha sido ampliamente superado y ya se habla sin tapujos de la eSalud.
Los avances en torno a las tecnologías de la información y la comunicación han posibilitado herramientas que, aplicadas en el entorno de la salud, permiten prevenir, diagnosticar e incluso tratar afecciones. Ello permite, o permitiría de aplicarse convenientemente, ventajas tangibles tan importantes como el ahorro de costes en los sistemas sanitarios y mejorar su eficiencia, tanto de forma objetiva como subjetiva de cara a la percepción de los pacientes.
En las sociedades occidentales, el envejecimiento de la población y la cronicidad están generando un nuevo escenario sanitario, con una mayor demanda de servicios asistenciales y la evidencia de que hay que invertir en innovación para ayudar a mejorar la salud y la calidad del paciente. Así quedó patente en las conclusiones del XXII Encuentro del Sector de la Tecnología Sanitaria que organizó en junio de este año ESADE junto a FENIN (Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria).
Numerosas aplicaciones
En la actualidad, la eSalud engloba diferentes servicios y tecnologías que pueden ir desde aplicaciones móviles, en dispositivos como smartphones o tabletas (también llamado mHealth), pasando por dispositivos wearables (como la monitorización de constantes a través de sensores en ropa, accesorios o incluso implantados en el propio cuerpo), hasta el Internet de las cosas (objetos de uso común conectados a la red y que permiten hacer seguimiento de nuestra salud) o el tan socorrido y citado Big Data, la recogida de datos masivos en todos los ámbitos que, una vez gestionados y tratados, permiten tomar decisiones a los profesionales de la salud.
Uno de los grandes retos de la utilización masiva de la eSalud es la preparación de esos mismos profesionales de la salud. Su habilidad en ámbitos tecnológicos es la asignatura pendiente y debe abordarse tanto desde las fases de su formación educativa superior hasta en su posterior formación permanente.
Desde el punto de vista de la industria tecnológica, la eSalud se ha convertido en un área indispensable. No solo compañías ligadas al sector sanitario se han apuntado al carro, sino desde hace décadas también todas aquellas relacionadas con las TIC, como es el caso de IBM con su ‘nube’ para aplicar aprendizaje automático a datos médicos reales (IBM Watson Health Cloud), y gigantes de Internet como Google, con un área específica de ciencias de la vida (denominada Google X), o compañías tradicionalmente relacionadas con la tecnología de consumo y de ocio, como Apple, diseñando ya dispositivos móviles específicamente para ser utilizados en aplicaciones de eSalud.
Independientemente de los desafíos inherentes a las nuevas tecnologías TIC, la eSalud sigue avanzando imparable. Sin ir más lejos, según un estudio realizado por la Comisión Europea entre 1.800 hospitales y 9.000 médicos de toda Europa, el 60% ya utilizaba soluciones de salud electrónica en 2013, lo que supone un 50% de aumento respecto a las cifras de 2007. Un aumento considerable, pero no suficiente, según la vicepresidenta de la Comisión Europea, Neelie Kroes. Y así lo demuestra el hecho de que, a pesar de que un 93% de los médicos encuestados tenían acceso a, por ejemplo, historias médicas electrónicas, solo un 10% usarían todo su potencial.
Así pues, en paralelo al desarrollo tecnológico de la eSalud estaría la adopción de esas soluciones. Una integración que vendría limitada por el desarrollo de cada país, cada sistema sanitario, público, privado o mixto, pero también por las características individuales y aptitudes del personal sanitario. Igualmente las trabas vendrían de la falta de incentivos financieros y recursos para esta tecnología o de las lagunas regulatorias a la hora de tratar la confidencialidad y la privacidad de la enorme cantidad de datos de pacientes.