La magia del voluntariado
marzo 29, 2017 3:35 pmEn el ecuador de su aventura como consultores solidarios, una veintena de antiguos alumnos de Madrid se ha reunido para poner en común su experiencia y relatar cómo les está transformando esta iniciativa.
Durante muchos años nos formamos, aprendemos y adquirimos un bagaje profesional muy valioso. El proyecto ESADE Alumni Solidario nos demuestra que toda la mochila de conocimientos y experiencia que tenemos es un tesoro para la sociedad. Participar en esta iniciativa es impactar directamente en el tercer sector y hacer que surja la magia del voluntariado.
Para que los alumni participantes en la XI Edición de Consultores ESADE Alumni Solidario no pierdan la fuerza y sigan «remando» hasta el final, se ha celebrado en Madrid un encuentro donde han recordado por qué empezaron en esta aventura y todo lo que les está aportando. Sin duda, después de escucharlos podemos desmentir la expresión de que el voluntariado es entregar sin recibir nada a cambio. La persona voluntaria ofrece sus habilidades, su tiempo y su esfuerzo, pero se lleva un gran regalo: la satisfacción de sentirse útil, de ayudar a los más débiles y de contribuir a hacer un mundo mejor.
Sumar a nuestras vidas
Elena Rodríguez Blanco, emprendedora social y cofundadora de Authenticitys, fue la encargada de conducir la jornada, que empezó con todos los alumnos de pie, en corro, realizando una dinámica de grupo. A las preguntas de Elena sobre si estaban contentos con su actividad profesional, si estaban buscando la felicidad o si creían que habían encontrado el sentido de la vida, quienes respondían afirmativamente se movían al centro del corro. De esta forma tan visual y divertida quedó patente que a la mayoría de los alumni participar en esta actividad solidaria les estaba ayudando a sunar experiencia de valor a sus vidas.
La ponente también explicó cómo están cambiando las empresas: quienes no se posicionan firmemente en unos valores pierden clientes. Y puso ejemplos concretos, como el de la campaña Delete Uber, en la que los taxistas neoyorquinos decidieron hacer huelga y no recoger a ningún pasajero en el aeropuerto JFK en protesta por el decreto antiinmigración de Trump. Sin embargo, Uber decidió no participar en esa protesta y, además, bajó el precio de sus servicios. En ese momento se desató en Twitter una campaña con la etiqueta #DeleteUber para que los usuarios eliminaran la aplicación de sus teléfonos móviles y en pocas horas 500.000 personas habían borrado la app de Uber, con la consiguiente pérdida económica para la empresa.
Durante este encuentro, se puso de manifiesto que estamos llegando a la economía de la transformación. «La gente no solo busca una experiencia o pasarlo bien, sino que buscamos cosas que nos muevan por dentro. Necesitamos encontrar la forma de conectar con nuestros clientes y ser cocreadores de soluciones», explicó Elena.
Los antiguos alumnos que asistieron tienen en común su participación en el proyecto ESADE Alumni Solidario, en el que actualmente están inmersos, algunos por primera vez y otros como repetidores. Por eso Isabel Rallo (Lic&MBA 99), directora de ESADE Alumni Solidario, quiso que este encuentro sirviera para recordar los motivos que a cada uno le habían traído hasta aquí: «Nos ayudaría a todos saber cuál es la causa por la que decidimos participar. La experiencia de compartirlo con los demás hace que al verbalizarlo en voz alta coja más fuerza».
Isabel Rallo también compartió el siguiente mensaje: «Seguid con fuerza hasta el final con vuestros proyectos y transmitid la experiencia a otros alumni, ya que cuantos más seamos más cambio y transformación estaremos generando. Todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad social».
Así comenzó la ronda de participaciones de la que hemos extraído algunos testimonios:
Inmaculada Gómez (DGONG 15)
«Empecé hace años como voluntaria en el tercer sector y se convirtió en mi profesión, pero llegó a ser abrumador. Por eso, cuando conocí el proyecto de ESADE Alumni Solidario, lo vi como un punto de ruptura que me iba a ayudar a verlo desde fuera. La participación el año pasado fue muy gratificante y me ha hecho reenamorarme del mundo social que llevo dentro, por eso estoy aquí de nuevo».
Blanca Morueco (CG 14)
«Fui a un colegio de monjas donde me enseñaron valores como la generosidad, el compartir, el ver la vida de los demás desde otra perspectiva. Al participar en todo esto me siento como en mis orígenes. Ayudar a los demás a que su ilusión se pueda llevar a cabo me parece superpositivo».
Alfredo Dacal (PMD 11)
«Al llegar a la ONG, me encontré una empresa formada y muy profesional que necesitaba ayuda en aspectos concretos a los que no pueden llegar por falta de recursos. Este año he repetido porque de alguna manera te hace salir de tu entorno laboral. Muchas veces estamos muy encasillados dentro del trabajo que realizamos y esta colaboración te hace salir y realizarte profesionalmente de otra forma».
Olivia Bosch (EMDB 16)
«Lo que más valoro es el aprendizaje. Esta colaboración solidaria es una nueva forma de trabajar, un modelo de negocio diferente y una forma de ver la vida distinta, y sabes al 100% que vas a aprender. Uno de los valores que más me mueve profesionalmente es el aprendizaje, y con esta experiencia lo he conseguido».
Rubén González (MBA 11)
«Yo me apunté porque a mí lo que más me gusta en la vida es resolver retos, y aquí había bastantes y eso me daba la oportunidad de aportar la experiencia y las habilidades que, aunque no eran muchas, se producía ese momento mágico de comprobar que lo que a ti te parece poco para una ONG tiene mucho impacto y beneficia a un usuario final. Además, haces buena relación con el equipo».
Isabel Hernández (PMD 08)
«Una de las grandes satisfacciones de este proyecto es recibir noticias como la que me han dado hoy: la gerente de la ONG con la que trabajamos el año pasado me ha llamado y me ha dicho que el proyecto que diseñamos para ellos está funcionando y va fenomenal. Estos proyectos generan impacto y valor transformador en las organizaciones. Las personas del mundo de la empresa tenemos que hacer esto porque ellos nunca podrían pagar a un equipo de consultores».
Esther de Ocaña (DEF 04)
«Empecé en la primera edición en Barcelona y aquí sigo. Te anima a seguir el hecho de ver que lo que generas les sirve a las ONG; estos proyectos son muy valiosos para ellos».