¿Cómo gestionar equipos remotos?
abril 30, 2020 7:07 amUn equipo es un equipo mientras trabaje unido con el fin de alcanzar los objetivos establecidos. La distancia física, ya sea al otro lado de la calle o al otro lado del mundo, no debe ser un impedimento para estar comunicados y mantenernos enfocados en nuestra tarea. Así lo explicó Germán Cuenca, cofundador y CEO de la empresa de gestión de personas Ethikos 3.0, que protagonizó la sesión online de Esade Alumni Careers sobre cómo gestionar equipos en remoto para alcanzar el éxito.
Para conocer las buenas prácticas e ideas que nos pueden ayudar a ser efectivos en el trabajo en remoto, Germán Cuenca ofreció consejos como la importancia de la confianza y de la responsabilidad de las tareas, sin contar con un apoyo presencial inmediato o un equipo físico. «Todos nos hemos encontrado ante una situación nueva y de la noche a la mañana ha cambiado nuestro rol. Este confinamiento supone el experimento de trabajo en remoto más grande del mundo, pero sin la preparación que muchas compañías han tenido previamente», dijo. Así es como un gran número de personas nos hemos visto obligadas a cambiar los métodos de trabajo de forma inmediata, en un entorno en el que el cambio es ágil y va a durar en el tiempo, por lo que adaptarse a él es una necesidad.
Liderazgo emocional
La consultora Ethikos, como especialista en la gestión por valores, piensa que el teletrabajo es más eficiente en aquellas personas que están alineadas con los valores de la organización y comparten aptitudes con el equipo. «En estos momentos brilla el liderazgo cooperativo y emocional. Entender la situación de cada miembro de forma individualizada y escuchar mucho a las personas es básico. Por ello, recomendamos un estilo de management de apoyo, porque esta situación no la vive igual todo el mundo, así como una gestión de las expectativas porque nadie sabe cuándo va a terminar y debemos entender qué tenemos que hacer hoy y la semana próxima, sin avanzarnos a adivinar lo que vendrá después», comentó Cuenca.
Antes de la COVID-19, solamente un 4,3% de los empleados hacía teletrabajo en España, mientras el 76% de los españoles que practicaba el teletrabajo confesaba sentirse más productivo cuando trabajaba desde casa. Esto demuestra que el trabajo en remoto permite colaborar del mismo modo que lo hacemos en la oficina. En estos momentos, sin embargo, a estos datos podemos añadir que, en situaciones volátiles, solamente el 22% de las personas creen que sus empresas tienen una dirección y estrategia clara y un 15% cree que las organizaciones les transmiten entusiasmo. Por ello, Cuenca explica que debemos cambiar el mindset de una cultura colaborativa y de tareas compartidas a un escenario en el que los trabajadores deben sentirse participes y escuchados. Ser coherentes con valores organizacionales como la tolerancia a la ambigüedad, la empatía, la apertura mental y la adaptabilidad ahora es más importante que nunca.
Algunos errores que se cometen en una situación de trabajo en remoto son ser controlador y no líder, no delimitar tiempos y espacios, descuidar la seguridad, no saber comunicar, escuchar o delegar. Mientras que los aciertos son dar importancia al reconocimiento y el agradecimiento, crear espacios de innovación y de comunicación, mostrar confianza al equipo, y fomentar la autonomía de cada trabajador. Además, es esencial facilitar a todo el equipo los materiales y herramientas necesarios para teletrabajar, marcar unos objetivos claros, buscar una actividad a aquellas personas que no pueden desarrollar su labor habitual, así como no castigar a los que no estén preparados, «porque es comprensible que la gente se pueda sentir bloqueada, y hay que ofrecer colaboración y soluciones adaptadas a cada realidad», recomendó.
En cuanto a las herramientas a utilizar, Cuenca piensa que lo más conveniente es elegir sistemas integrados con el nuestro, que sean sencillos en su usabilidad, si no se han probado antes, así como priorizar las herramientas según su funcionalidad y la capacidad de las personas de nuestro equipo. Algunas de las propuestas que recomendó fueron Teams y Google Apps, herramientas de gestión de proyectos como Trello o Asana, de vídeo como Zoom o Skype, de control de tareas como Harvest o Timecamp o para Customer Service Helpscout y Drift.