«La gente quiere felicidad en su entorno, por lo que el contacto humano volverá a ser clave»

mayo 27, 2020 11:10 am

Javier Pérez Jiménez (PMD 15), director general VP Hoteles

Javier Pérez Jiménez es de la opinión de que el Grupo VP Hoteles no habrá recuperado las ventas de 2019 hasta 2023. En esta fase de desescalada por la pandemia de la COVID-19, el sector turístico afronta un escenario difícil que VP Hoteles plantea con medidas extremas de seguridad para su personal y clientes.

-Como líder de cuatro proyectos dentro del Grupo VP: Ginkgo Restaurantes, VP Hoteles, VP Hoteles Design y Somos Design, ¿cómo estás viviendo la crisis generada por la COVID-19?

A todos los negocios les ha afectado bastante, están cerrados todos menos VP El Madroño y los servicios de mantenimiento que da Somos Design, así como parte de la administración, que ha seguido trabajando parcialmente y ahora preparando un plan de aperturas desde junio hasta septiembre.

-El buque insignia del grupo es el Hotel VP Plaza España Design, un templo del lujo, el diseño y la sostenibilidad en pleno centro. Comentas que quieres que también sea el hotel más seguro de España. ¿Qué pasos habéis dado para esta reinvención?

Nos hemos centrado en varios puntos, pero para mí hay tres destacables:
-Test rápidos para trabajadores, familiares y clientes.
Vimos desde el principio que los países más desarrollados estaban haciendo test en los aeropuertos y en ciertas poblaciones con 6 casos de infectados como en Wuhan, y lo que nos contaban desde China mis amigos tenía sentido común, por lo que nos pusimos a buscar los mejores test para hacerlos en nuestro hotel, con la mala suerte de que este gobierno ha puesto la obligación de que un médico te lo tenga que prescribir, lo que hace que tengas que pedir permiso para hacerlo y que a ese médico no le retiren la licencia por hacerlo sin síntomas, algo que es un sinsentido.
-Protocolos de limpieza y desinfección muy elevados.
Con la implantación de los mismos, los hemos complementado analizando todos los productos y protocolos que pueden dar garantías para crear espacios casi asépticos. Estamos probando todas las semanas diferentes alternativas y abriremos con la seguridad de tener las medidas máximas que garanticen que en tu espacio se han aplicado las más eficientes para que puedas venir más tranquilo de lo que entrarías en tu propio hogar.
-Formación y control.
Estamos formando al equipo directivo para que sean los líderes de implantar estos protocolos y que se haga seguimiento y, por su puesto, formación del resto del equipo antes de incorporarse, que deberá examinarse para verificar que ha asimilado ese conocimiento.

-Esta transformación afecta a todo el equipo humano. ¿Cómo se está adaptando?

Somos personas; dentro del equipo hay grupos que han entendido la gravedad de lo que estamos viviendo y será fácil, pero con otros, que siguen pensando que esto es una tontería o que ya está controlado, será más duro, pero no quedará más remedio y estaremos muy encima para que no bajen la guardia.

-¿Crees que el consumidor está preparado para todas estas novedades?

Depende de la edad, la gente joven está viendo que no es tan consciente del problema que supone meter esta enfermedad en tu casa, pero estoy convencido de que la gente más mayor lo demandará, y ese es nuestro público objetivo: cliente por encima de los 45 años que quiere seguridad en su entorno.

-¿Hay cambios que han venido para quedarse? ¿Se impondrán nuevas tendencias en el turismo a nivel mundial?

Nosotros estamos separando claramente entre lo que se quedará y lo que desaparecerá. Muchas cosas que suponen un sobrecoste importante, como los test, las mascarillas, las mamparas de separación o la distancia social, en cuanto aparezca «la medicina que cura», no sabremos más de ellas, pero, por ejemplo, los protocolos de limpieza se generalizarán, aunque no sean tan estrictos. Nosotros los teníamos por nuestra pasión por la limpieza, pero otros hoteles menos exigentes no lo hacían y tendrán que aumentar el nivel de limpieza para siempre. Que quede claro, no obstante, que España tenemos unos estándares de limpieza mucho más altos que la mayoría de los países. De todos los países en los que he estado, solo puedo decir que Japón nos supera.

-¿Cómo están ayudando las soluciones digitales ante este reto? ¿Qué papel debe jugar el trato humano en esta «nueva relación» con el cliente?

Ahora mismo parece que aplicaciones como Teams, Zoom y todas estas herramientas han venido para cambiar la vida, pero nosotros por lo que más nos valoraban era la cercanía de nuestro personal, nuestra gente feliz y resolutiva, y eso el cliente lo necesitará más que antes porque hemos pasado una época muy dura y la gente quiere felicidad en su entorno, por lo que el contacto humano volverá a ser clave.

-¿Cuáles son vuestras previsiones para este año 2020? ¿Cómo se han visto afectados vuestros planes de expansión? ¿Habrá una reestructuración en el sector?

Caída del 60% con pérdidas de 4,5 millones, es decir, un desastre de escenario que, gracias a la solvencia del grupo, podremos superar, pero nuestras previsiones de futuro se mueven en tres escenarios que dicen que hasta 2023 no habremos recuperado las ventas de 2019. Es clave que el sector MICE vuelva a ser como antes para que esto no sea un escenario peor del que ya plasmo.
El sector ya se está reestructurando: a mí me han ofrecido dos hoteles que han rescindido el alquiler a su inquilino porque no les ha pagado, pero para nosotros todo lo que estábamos analizando antes de la COVID-19 ha dejado de interesarnos y, hasta junio de 2021, no vamos a valorar ninguna inversión más. En cuanto a nuestros planes de expansión vía gestión, volveremos a valorarlos también el año que viene.

-¿Qué enseñanzas podemos extraer de esta crisis?

Que las empresas solventes son las que sobreviven a los escenarios más duros. Se lo he dicho a mi equipo directivo: no voy a permitir que ninguna división ni ningún departamento sea deficitario; ahora no nos lo podemos permitir.
Por otro lado, las empresas tienen que ser el motor de la salida de esta crisis, los gobiernos han sido menos previsores, menos ágiles, menos resolutivos que las empresas y, con perdón, los planes de ayuda y las decisiones como el acuerdo con la reforma laboral demuestran la falta de conocimiento de lo que somos y de lo que va a necesitar este país para salir de esta crisis.
Si no quieren hundirnos y cuentan con nosotros para salir, propondrán medidas inteligentes para que volvamos a contratar, que es para lo que las empresas hemos nacido, crecer y crear empleo, no para destruirlo. A las empresas nos ilusiona contratar buenos profesionales y que estén contentos en nuestras casas.

-¿Qué cualidades personales y profesionales crees que te han llevado a la dirección del grupo?

Estoy en una empresa familiar muy dura, donde las tonterías y falta de criterio no son tolerables. Yo pongo a disposición de mi familia mi puesto de trabajo todos los años y, si algún día encuentran a alguien que lo haga mejor que yo, me iré sin recibir nada a cambio. Mientras esté ocupando este puesto, me seguiré formando, aprendiendo y leyendo todo lo que pueda de todas partes y analizando mil medidas nuevas a aplicar cada día y proponiendo todas las locuras del mundo que hagan que seamos diferentes y punteros.
Me encanta trabajar y crear, disfruto mucho de mi trabajo y, gracias a Dios, estoy ocupando un puesto que me permite hacer realidad mis sueños, así que es fácil dedicarle más horas de las que debiera.

-¿Qué consejos darías a otros alumni que se encuentren ante el reto de liderar el cambio en sus compañías?

Pues vamos a vivir la mayor crisis que hemos tenido en este siglo, sin lugar a dudas, y hay que echarle arrojo. Ahora mismo las empresas estamos pasando una tormenta terrible, nuestros barcos están dañados y lo que queremos es tripulación que luche junto a nosotros para salir de este tsunami. Cuando lleguen aguas tranquilas, nos tocará arreglar los barcos y los daños de todos nosotros, y creo que solo se puede hacer con trabajo y formando parte de una empresa con principios que valore a las personas que la componen. Si están contentos en su empresa, que den lo mejor de sí mismos, porque seguro que la empresa se lo valorará en el futuro.

-¿Qué recuerdos tienes de tu paso por Esade?

Un nivel académico espectacular. Disfruté de todas y cada una de las materias por el nivel del profesorado. Y, por supuesto, el grupo de amigos que mantengo a pesar de la tensión de algunos momentos en los que saltaron chispas… Conocí a grandes profesionales, pero mejores personas, que han pasado a formar parte de mi vida como buenos amigos.