Responsabilidad social, clave de sostenibilidad para empresas
octubre 2, 2018 1:08 pmExtracto del artículo «Cómo la RSC puede ayudar a las pymes a crecer», de Ignasi Carreras, profesor del Departamento de Dirección General y Estrategia y experto en innovación social, publicado en ‘La Vanguardia’ el 19 de septiembre de 2018.
La evolución de la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE) ha estado tradicionalmente liderada por las compañías multinacionales que son marcas referentes en sus sectores de actividad. Desde 2015, estas grandes empresas están cada vez más orientadas a contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El largo período de crisis económica ha hecho que la implantación de la Responsabilidad Social Corporativa no haya alcanzado un nivel tan significativo en las pequeñas y medianas empresas. Muchas de ellas han tenido que batallar para sobrevivir en un contexto muy arduo, en el que buena parte de las energías y recursos se han dedicado a los temas operativos aparentemente más imprescindibles.
Seguramente las pymes que se han visto más exigidas para dar un paso al frente en su RSE han sido las que están en la cadena de suministro de las grandes compañías de sectores como el del automóvil, el textil o la alimentación, que han trasladado a sus proveedores el cumplimiento de los requisitos de responsabilidad que se han marcado para ellas mismas. Aun así, la RSE es un valor innato a muchas pymes. Empresas familiares que quieren ver reflejadas en la forma de hacer de la compañía las aspiraciones y los valores de los fundadores: construir una organización que perdure y sea capaz de generar valor económico y social para los diferentes grupos de interés que la conforman y con los que se relaciona.
Hoy en día contamos con un cierto número de pequeñas y medianas empresas que han recorrido un largo trecho en materia de RSE. Sus líderes constatan que la sociedad muestra un interés creciente por conocer y mejorar su impacto social y medioambiental. Al mismo tiempo, perciben nuevas exigencias que presionan a sus compañías en ámbitos como la transparencia, el buen gobierno o la prevención de la corrupción para las cuales la RSE y las prácticas que conlleva son parte de la solución.
Su apuesta por el liderazgo responsable, además de aportar beneficios a la sociedad mediante sus programas de acción social, ha incidido en diferentes ámbitos de la compañía como las operaciones y el medio ambiente o las políticas de recursos humanos. Esto ha fortalecido algunos de los activos que son vitales para la competitividad de sus empresas. Han visto como mejoraba la reputación y el aprecio de marca. También perciben una influencia favorable en aspectos como la implicación de los trabajadores, el sentido de pertenencia y la captación y retención de talento.
Pero, sobre todo, experimentan que cuando la RSE tiene una dimensión estratégica es una aliada de la innovación, ya sea porque hace evolucionar la forma de actuar y el modelo de negocio de la empresa o bien porque permite desarrollar nuevos productos y nuevos mercados que responden a las nuevas demandas e inquietudes sociales y medioambientales de los consumidores. Aunque no pueden cuantificar en qué medida mejora la cuenta de resultados de sus empresas, estos líderes responsables constatan, no obstante, que la RSE les aporta una plataforma de crecimiento.